"Que la Fiscalía investigue". Esa es el propósito de Boudi. Aunque la demanda cite algunos nombres concretos, el abogado de Khelif aclara que el objetivo es que la Fiscalía "investigue" la "campaña misógina, racista y sexista" que sufrió Khelif, sin limitarse únicamente a las personas nombradas de forma expresa.
Que la demanda se haya interpuesto en Francia no sería un problema para que alcance a personas de otros países. O así lo considera el letrado, quien recuerda que las autoridades encargadas de luchar contra los "discursos de odio" en la Red pueden presentar "solicitudes de asistencia jurídica mutua" en otros países.
Un oro con mucho (muchísimo) ruido. La noticia sobre la demanda trasciende solo unos días después de que la boxeadora argelina lograse ganar la medalla olímpica de oro en su categoría tras vencer a la china Yang Liu. La atleta lleva protagonizando titulares sin embargo desde mucho antes de subirse al podio. ¿El motivo? Junto a la taiwanesa Lin Yu-ting, Khelif llegó a París entre polémicas que se remontan como mínimo a 2023, cuando la International Boxing Association (IBA) decidió apartar a ambas jóvenes del mundial de Nueva Delhi por considerar que no cumplían "los requisitos de elegibilidad" para luchar con otras mujeres.
La IBA aseguró entonces que tanto Khelif como Yu-ting tenían "ventajas competitivas sobre otras competidoras" que alteraban el campeonato. La decisión levantó polvareda por varias razones. Ambas boxeadoras acabaron descalificadas cuando Yu-ting ya había ganado el bronce y la argelina se preparaba para disputar la final. Además el responsable de IBA sugirió a la agencia TASS, sin dar nombres, que se había visto obligado a apartar a "atletas que se hicieron pasar por mujeres".
El reflejo en las redes. Ni Khelif ni Yu-ting se identificaron nunca como transgéneros, ni como hombres, ni como intersexuales. Y aunque la organización de los JJOO insistió en que ambas boxeadores cumplían todos requisitos precisos para competir en sus categorías femeninas, ambas se vieron en el centro de un huracán mediático especialmente intenso (y cruento) en las redes sociales.
No importó la rotundidad del COI, que los organizadores de los JJOO insistiesen en que se habían basado en los pasaportes o el hecho de que Khelif representase a Argelia, un país que no permite los cambios de género. El ruido fue intenso. Y hubo quien, como el político italiano Matteo Salvini, se lanzó a las redes a asegurar que la boxeadora argelina era una transexual. Sin aportar ninguna prueba, claro.
¿Y Rowling y Musk? También se pronunciaron. La primera, la creadora de la saga de Harry Potter y con 14,2 millones de seguidores en X, publicó un tuit tras el combate en el que Khelif venció en 46 segundos a Angela Carini en el que criticaba lo sucedido. "Le han arrebatado a una joven todo lo que ha trabajado y entrenado porque permitieron que un hombre subiera al ring con ella. Son una vergüenza, su 'protección' es una broma y París 2024 quedará manchado para siempre".
Elon Musk también entró en la polémica al retuitear un mensaje en el que la nadadora Riley Gaines aseguraba que "los hombres no pertenecen a los deportes femeninos" junto a una apreciación de cosecha propia: "Absolutamente".