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Monday, April 3, 2023

Quejas de mujeres cubanas cuando dan a luz un bebe en el hospital de Cuba.Complaints of Cuban women when they give birth to a baby in the hospital in Cuba.

A


"Since I entered the room, they looked at me badly. They gave me a robe full of stains, torn. The nurse was on duty and, from her attitude, it seemed as if I bothered her. When the pains started, I started screaming. I was I was scared to death, I had never thought that giving birth was like this.



"The doctor stood in front of me and said out loud: 'Do you always yell like that for everything? You enjoyed yourself, now you have to suffer. Hold on here, because you want to have a child, nobody forced you and giving birth hurts, doesn't it? Did they explain?' He spoke more, but out of shame I didn't repeat it. My face fell with humiliation and I replied that he was mistreating me."*




(1)Here we are, consider, light years away from birth variants that are promoted in the world. "While in Chile and Germany they promote themselves in swimming pools, since it is the ideal environment for the baby, we are still tied to old routines. An example is the obligation for pregnant women in labor to remain lying down. They say they want to walk, and Ideally, they should walk around, the force of gravity helps them, and it is also positive that they squat and use the hydrokinetic balloon.



"Specialists know the good that a shower brings to women who are expecting a child because they need to constantly hydrate, it also requires an abundant liquid diet and these issues are not always guaranteed. It is also urgent to rescue the obstetric nurse program. A I was taught to deliver by the oldest nurses in the room; the medical staff changes, but they are still there and accumulate knowledge that is vital.


NOTE: ABOUT GENDER VIOLENCE (Edt)

Blaming all medical personnel in this matter in a general way would be not only unfair, but not very objective, especially when so many people in this province strive to fulfill their sacred duty to protect life on a daily basis. The problem of obstetric violence as a form of gender violence also has a structural nature, protected by the machismo that inhabits our culture. But once identified and recognized, it is the responsibility of the institutions to ensure quality care for women during childbirth and one of its potential lies in the Action Guide for respectful childbirth care, which the Ministry of Health has public.

 
 En la historia de LJ aparecen villanos y héroes. Su voz joven se paraliza y parece torpe ante la vivencia: “El verdadero terror fue la cesárea. Cuando sacaron a la niña la vi morada y no la sentí llorar, entonces pregunté por qué. El médico me dijo: ‘cállate la boca, que vas a coger gases, lo que tienes que hacer es callarte la boca; te veo como nerviosa’. 

 “La anestesióloga me tranquilizó y me dijo que la iba a reanimar un poco, la niña enseguida lloró. Ella, la única que me trató con amor, fue mi lucecita en todo aquello. Sin conocerme, sin deberme nada, me brindó su empatía y cariño, por lo que se convirtió en mi hada madrina en medio del dolor”. 

 Una de las profesionales más queridas y respetadas en el Hospital Materno de Camagüey es la Especialista en primer grado de Anestesiología-Reanimación Maritza Caballería Martin. Con 30 años de labor forma parte de la atención a la paciente grave y coincide en la importancia de su especialidad y la integración de disciplinas, para lograr el parto humanizado: “Algunas de nuestras misiones radican en ofrecerles asesoría a las pacientes sobre el método anestésico que van a recibir, transmitirles seguridad, apoyo psicológico, dialogar para conocerlas y diagnosticar el nivel de riesgo. También hay que hablar con los familiares, darles confianza, explicarles los detalles con claridad. Por eso es tan importante que todos los profesionales, no solo los anestesiólogos u obstetras, adquieran herramientas y conocimientos para conseguir una experiencia, ya sea por cesárea o de forma natural, donde la madre sea protagonista y, sobre todo, sea respetada”. Su disposición y sonrisa son del mismo material que la lucecita de LJ, el amor disfrazado de mano que sujetó a Y en medio del dolor, esa esperanza que nos permite soñar con alumbramientos más humanos en Camagüey. 

 Culpar de forma generalizada a todo el personal médico en este asunto sería no solo injusto, sino poco objetivo y más cuando tantas personas a diario, en esta provincia, se esfuerzan por cumplir con el deber sagrado de proteger la vida. 

 La problemática de la violencia obstétrica como una forma de violencia de género también posee carácter estructural, amparada en el machismo que habita en nuestra cultura. Pero una vez identificada y reconocida, constituye una responsabilidad de las instituciones asegurar una atención de calidad a la mujer durante el parto y una de sus potencialidades radica en la Guía de actuación para la atención del parto respetuoso, con la que cuenta el Ministerio de Salud Pública.

En las encuestas realizadas como parte de este reportaje predominan criterios que asocian la edad con la violencia; muchas mujeres consideran que “mientras más jóvenes, peor las tratan, pues carecen de experiencia”. Las muchachas aseveran que una frase muy común en el preparto es: ‘aguanta ahora, que no te dolía cuando…’ y “son muy explícitos en sus descripciones”.

Los tipos de violencia obstétrica identificados por las investigaciones del tema, son: la violencia desnuda —que incluye prácticas de maltrato directo contra la mujer en el embarazo o parto, ya sea físico o verbal por medio de amenazas, gritos, burlas o mediante la práctica injustificada de procedimientos—, la violencia velada —manifestaciones médicas que producen dolor o daño sin representar un término de beneficio a la salud materna o del recién nacido—, y el abandono como forma de violencia —desatención deliberada de demandadas en la atención obstétrica como medida disciplinarla.

El siguiente gráfico, derivado de los resultados de nuestra encuesta, muestra la cantidad de mujeres que percibieron algunas formas de maltrato, del total de 105 que respondieron en este instrumento:



Editado del reportaje:

  1. “Tienes que portarte bien”: el parto ¿respetuoso? en Camagüey

    www.adelante.cu/index.php/es/a-fondo/60-reportajes/...

    WebApr 1, 2023 · CAMAGÜEY.- “Tienes que portarte bien”, nos dicen desde pequeñas. “Tienes que ser delicada, sacrificada, complaciente”, ha sido siempre el 


*"Desde que entré al salón me miraron mal. Me dieron una bata llena de manchas, rota. La enfermera estaba en la entrega de turno y, por su actitud, parecía como si yo le molestara. Cuando apretaron los dolores empecé a gritar. Estaba muerta de miedo. Nunca había pensado que parir era así.
"El médico se colocó frente a mí y dijo en voz alta: '¿Siempre gritas así para todo? Gozaste, ahora te toca sufrir. Aquí aguanta, porque tú quieres tener un hijo, nadie te obligó y parir duele, ¿no te lo explicaron?'. Habló más, pero por vergüenza no lo repito. A mí se me caía la cara de la humillación y le respondí que me estaba maltratando".



(1)"En mis 14 años como ginecobstetra conozco de memoria las rutinas y me afecta cuando veo a las puérperas asustadas, indefensas, tiradas en una cama, con una tardía recuperación -comenta. Lo óptimo es insertar a la familia y permitir el acompañamiento a la mamá en todos los momentos del embarazo, así va con mayor seguridad y el resultado es satisfactorio.

"Cuando no logramos esto y se afronta un parto disfuncional, el feto sufre dentro del vientre materno, tiende a presentar varias complicaciones y en ocasiones hace hipoxias cerebrales que limitarán su posterior desarrollo. El obstetra tiene en sus manos no una, sino dos vidas que debe cuidar, y cada caso es diferente, por tanto, su labor requiere de mucha observación y empatía".

Acá estamos, considera, a años luz de variantes de nacimientos que se impulsan en el orbe. "Mientras en Chile y Alemania se propician en piscinas, pues es el medio ideal para el bebé, nosotros seguimos atados a viejas rutinas. Un ejemplo es la obligatoriedad a que las embarazadas en trabajo de parto permanezcan acostadas. Ellas manifiestan que quieren caminar, y lo ideal es que deambulen, la fuerza de gravedad las ayuda. Asimismo, es positivo que realicen cuclillas y que utilicen el balón hidroquinésico.

"Los especialistas conocemos el bien que le reporta una ducha a la mujer que espera un hijo porque necesita hidratarse constantemente, también requiere de dieta líquida abundante y no siempre se garantizan esas cuestiones. Urge, además, rescatar el programa de la enfermera obstetra. A mí me enseñaron a realizar partos las enfermeras más viejas del salón; el personal médico cambia, pero ellas siguen ahí y acumulan saberes que son vitales.

"Es cierto que a veces abusamos de la episiotomía, no le consultamos a la paciente, y no siempre solicitamos su aprobación para administrar drogas como la oxitocina. Insisto, a la mujer hay que mirarla a los ojos y comunicarse con ella, la información oportuna puede hacer la diferencia". Y agrega como debilidades el poco confort y la falta de privacidad del salón.

Editado del reportaje:

Alumbramientos en Las Tunas… ¿y mi parto respetado?

www.cubadebate.cu/especiales/2022/11/28/...

Una luz puede ser la guía para el parto respetado en las instituciones sanitarias que publicó este año el Ministerio de Salud Pública. Con el apoyo de la oficina en la Isla del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) se implementa esta estrategia en tres centros maternos del país. Al revisarla queda claro que no se trata ...





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