Community prevention.

Sunday, February 16, 2025

Cuba es uno de los cuatro países más envejecidos de América Latina y el Caribe.

 


NOTA DEL ADM. DEL BLOG A ESTE REPORTAJE:

La norma minima para mantener un sistema estatal de pensiones es de cinco personas en edad laboral (18-45 anos) trabajando y aportando al Seguro Social ,distributivamente, de ingresos altos, medios y minimos

Cuba cerró el año 2024 con una esperanza de vida que ronda los 78 años. Esta cifra, nos coloca en una de las mejores posiciones de las Américas, en cuanto a este indicador. Si bien es cierto, que en el período 2018-2020, se evidenció una reducción con respecto a 2014-2016, la evolución de la esperanza de vida muestra una tendencia general en alza. Esto es una firme evidencia de que las políticas públicas, orientadas al bienestar y cuidado del pueblo rinden frutos. Sin embargo, hay otra realidad importante que no se debe descuidar: Cuba es uno de los cuatro países más envejecidos de América Latina y el Caribe.

El país envejece aceleradamente y, según expertos del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana (Cedem), este proceso es irreversible y se verá acentuado aún más en las próximas décadas. En 2019, el 20,8 por ciento de la población cubana tenía o había sobrepasado la sexta década de vida. Para finales de 2022, este indicador se elevó a 22,3 por ciento, lo que representa un incremento de casi dos puntos porcentuales en tan solo tres años. 

De acuerdo con las proyecciones, se espera que para 2030 el 30 por ciento de la población cubana tenga 60 años o más y para el 2050 las cifras se extiendan hasta el 35,9 por ciento. La única solución para revertir esta tendencia, según los expertos, sería una elevada tasa de fecundidad, lo cual, de momento, no se vislumbra como un cambio a corto plazo. Ya para este mismo año que comienza, se prevé que uno de cada cuatro cubanos tenga más de 60 años.

El último informe “El Envejecimiento de la Población. Cuba y sus territorios”, de mayo de 2023, de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), señala que las causas fundamentales de este proceso son la acelerada transición demográfica, la estabilización de bajos niveles de fecundidad y mortalidad, así como el comportamiento de las migraciones. 

La mujer, para mantener el nivel de reemplazo, necesitaría concebir dos hijos, uno de ellos mujer, antes de terminar su ciclo reproductivo. Sin embargo, Cuba se encuentra por debajo de este nivel desde 1978, un fenómeno que se interrelaciona con diversos factores objetivos y subjetivos. Esta baja tasa de natalidad, sumada a la pérdida de población por la migración, donde los jóvenes suelen ser quienes más se desplazan, impacta negativamente en la estructura por edades, disminuyendo la población económicamente activa y aumentando la proporción de personas mayores.

Nuestro país se encuentra en una encrucijada. Si bien ha logrado mantener una esperanza de vida alta, enfrenta el reto del envejecimiento poblacional y la necesidad de adaptar sus estrategias para asegurar un futuro digno para los adultos mayores. La clave estará en encontrar un equilibrio entre fomentar la natalidad y proteger a nuestros ancianos, reconociendo su valor y asegurando su bienestar. Solo así podremos construir una sociedad más justa e inclusiva para todos.

Desde el año 1978 el Estado cubano ha tomado medidas para proteger a los adultos mayores, mediante la creación del primer programa de protección al anciano, que exigía un adecuado seguimiento en lo biológico, psicológico y socioeconómico, así como la preparación del personal calificado que debe atender este sector. En 1992 se crea el Centro Iberoamericano de la Tercera Edad (CITED) el cual comenzó a desarrollar investigaciones para darle una solución científica al problema del envejecimiento. Con iguales perspectivas se crea la Universidad del Adulto Mayor, las casas de abuelos, que a día de hoy son más de 300 en todo el país, y se perfecciona el Sistema de Atención a la Familia (SAF). Desde 1996 comenzó a funcionar el Programa de Atención Integral al Adulto Mayor, que se sustenta básicamente en la Atención Primaria de la Salud y, posteriormente, en 2003, se aprueba el Plan Nacional de Atención al Adulto Mayor con tres ejes fundamentales: salud y nutrición, actividad física y desarrollo individual, y participación social.

No obstante, estas medidas, la atención al adulto mayor hoy en nuestra sociedad es deficiente. Los hogares de ancianos en Cuba tienen una demanda alta, y en varios lugares la capacidad no es suficiente, lo que resulta en desigualdad en el acceso. El monto de las pensiones no alcanza para la autosustentabilidad de los ancianos, y estos deben depender económicamente de los familiares. Esta situación además recae con una fuerza negativa en la percepción de independencia del anciano y en su salud emocional; lo hace sentir inseguro ante el futuro y en muchos hogares refuerza el sentimiento de “carga”. Más allá del monto económico, la accesibilidad de los ancianos al cobro de sus jubilaciones se convierte a día de hoy en un problema pendiente. La escasez de efectivo, así como la implantación de las nuevas tecnologías han puesto en jaque permanente a este vulnerable sector social. También han sido nuestros mayores los más afectados con la falta crónica de medicamentos que transita nuestro país desde 2014.

Las políticas públicas del país, enfocadas en crear oportunidades para los jóvenes, en ocasiones descuidan el deber mayúsculo que les debe a sus mayores. En nuestra provincia un artículo publicado en la revista médica digital Mediciego del año 2021, identificó deficiencias en el cumplimiento del subprograma comunitario de atención al adulto mayor, resaltando problemas de funcionabilidad de la estructura organizativa. Además de esto, un artículo publicado en la ciudad de Santa Clara, en 2022, alerta acerca de las deficiencias jurídicas que siguen existiendo con respecto a este sector social, al concluir que, en nuestro país, en el ámbito legal y especialmente en la regulación civil y familiar no existe una regulación y protección adecuada, y que la tutela, única institución de guarda y protección vigente, no cubre todas las situaciones que pueden presentarse con los adultos mayores.

Si bien es cierto que Cuba enfrenta una situación económica compleja, con dificultades para la inversión en infraestructura, se pueden concebir espacios para que las personas mayores tengan un envejecimiento saludable y digno. Esto implica crear áreas verdes, zonas comunes que faciliten la interacción social y disminuyan el sentimiento de soledad. Enfocar nuestros esfuerzos y recursos para que nuestros adultos vivan más años y con una mejor calidad de vida.

 Existe un sinnúmero de iniciativas que pueden tomarse desde los gobiernos municipales que no requieren de un elevado costo de inversión. Todo empieza por poner el punto de vista de las políticas del Estado en la población anciana y destinar fuerzas e iniciativas para afrontar el reto del envejecimiento, no como algo negativo, sino más bien una oportunidad de servir y dignificar la vida.

https://www.invasor.cu/es/opinion/dignificar-la-vida

No comments: